Ya en el siglo XVI, en las Relaciones Topográficas mandadas hacer por
Felipe II, se ofrecen interesantes datos sobre las devociones
religiosas en Azuqueca de Henares, que entonces era una aldea que se
hallaba bajo la jurisdicción de Guadalajara y que dependía
espiritualmente del arzobispado de Toledo.
En estos momentos, además de la iglesia parroquial, había en Azuqueca dos ermitas, dedicadas a San Juan y a San Sebastián,además, por voto antiguo del pueblo se guardaba la fiesta de San Gregorio Nacianceno (9 de mayo),hay que tener en cuenta que Azuqueca de Henares fue un pueblo agrícola hasta mediados del siglo XX y, por ello, no es raro que estuviera arraigado el culto a este Santo, invocado como defensor de las cosechas ante las plagas.
Posteriormente, en el cuestionario de Lorenzana, respondido a finales del siglo XVIII por el teniente de cura de la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, D. Andrés Sánchez, se indicaba que en Azuqueca había “una ermita con una célebre imagen de Nuestra Señora de la Soledad, el titular de la parroquia es el Arcángel San Miguel, y el de la villa, San Isidro Labrador”.
La iglesia parroquial, dedicada a San Miguel, obra del siglo XVI, que se levanta armónica, mostrando una fábrica de ladrillo y sillares esquineros de agradable aspecto, típica combinación en esta comarca de la Campiña del Henares,destaca en el exterior una torre airosa, toda de ladrillo como se puede ver.
En estos momentos, además de la iglesia parroquial, había en Azuqueca dos ermitas, dedicadas a San Juan y a San Sebastián,además, por voto antiguo del pueblo se guardaba la fiesta de San Gregorio Nacianceno (9 de mayo),hay que tener en cuenta que Azuqueca de Henares fue un pueblo agrícola hasta mediados del siglo XX y, por ello, no es raro que estuviera arraigado el culto a este Santo, invocado como defensor de las cosechas ante las plagas.
Posteriormente, en el cuestionario de Lorenzana, respondido a finales del siglo XVIII por el teniente de cura de la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, D. Andrés Sánchez, se indicaba que en Azuqueca había “una ermita con una célebre imagen de Nuestra Señora de la Soledad, el titular de la parroquia es el Arcángel San Miguel, y el de la villa, San Isidro Labrador”.
La iglesia parroquial, dedicada a San Miguel, obra del siglo XVI, que se levanta armónica, mostrando una fábrica de ladrillo y sillares esquineros de agradable aspecto, típica combinación en esta comarca de la Campiña del Henares,destaca en el exterior una torre airosa, toda de ladrillo como se puede ver.
Posee un atrio porticado que flanquea al mediodía, con cinco arcos,
de arte renacentista, y capiteles jónicos en el remate de sus columnas,
conformando un pórtico que incita al feligrés a entrar al templo por su
puerta principal o asentarse en la bancada de piedra adosada al muro
donde antaño se reunía el Concejo para dirimir asuntos que preocupaban a
los vecinos de la villa aqui se pueden observar unas calaveras
presentadas en un conjunto un poco caotico unas encima de otras,sin duda
un elemento curioso de su construccion como reflejan las siguientes
fotos.
En el interior del templo, de cruz latina, la nave central esta
orientada hacia el retablo neoclásico presidido por la bella imagen de
San Miguel Arcángel, y a sus lados unas pinturas de Carmen Vives Camino,
sustituyendo a antiguas imágenes destruidas en guerra.
La iglesia contiene una bella fuente en su jardin las fuentes en las iglesias no son muy comunes pero si significativas dentro de las creencias religiosas por su transfondo esoterico,esta es mi pieza favorita de la iglesia.
La iglesia contiene una bella fuente en su jardin las fuentes en las iglesias no son muy comunes pero si significativas dentro de las creencias religiosas por su transfondo esoterico,esta es mi pieza favorita de la iglesia.
Especial atención merece la valiosa pila bautismal de piedra arenisca
y de talla alta, con adornos platerescos, propios del renacimiento,
como el jarrón con azucenas y una inscripción en latín: "Quien crea y se
bautice se salvará "
Otros elementos importantes son los artesonados que recorren la techumbre de la nave central hasta la cúpula.
La Iglesia parroquial de San Miguel, data del siglo XVII, y dispone de una nave de estilo mudéjar, con cabecera del siglo XVIII y un pórtico abierto.
Asimismo dispone de una torre adosada con cuatro cuerpos: el inferior construido en sillería caliza, intermedios construidos en ladrillos y recuadros en mampostería y el alto, de ladrillo revestido y encalado, con vanos abiertos de campanas.
El edificio tiene una decoración típica del siglo XVI con cornisa y afeitares decorados con elementos geométricos.
Otros elementos importantes son los artesonados que recorren la techumbre de la nave central hasta la cúpula.
La Iglesia parroquial de San Miguel, data del siglo XVII, y dispone de una nave de estilo mudéjar, con cabecera del siglo XVIII y un pórtico abierto.
Asimismo dispone de una torre adosada con cuatro cuerpos: el inferior construido en sillería caliza, intermedios construidos en ladrillos y recuadros en mampostería y el alto, de ladrillo revestido y encalado, con vanos abiertos de campanas.
El edificio tiene una decoración típica del siglo XVI con cornisa y afeitares decorados con elementos geométricos.
El pórtico es del siglo XVI, dispone de cinco arcos sobre columnas de
capitales jonicos y con decoraciones y elementos circulares labrados
sobre enjutas.
El muro de soportal el de sillería caliza con portada de arco con dovelas y pilastras.
El coro alto está construido en estilo mudéjar, con vigas de madera soportadas por mensulas del mismo material y es un típico artesonado del siglo XVI.
El muro de soportal el de sillería caliza con portada de arco con dovelas y pilastras.
El coro alto está construido en estilo mudéjar, con vigas de madera soportadas por mensulas del mismo material y es un típico artesonado del siglo XVI.
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